A los adultos mayores
fecundadores de surcos de vida.
Agotados hasta no poder levantarse.
Han dado hasta la última gota de sangre.
Han compartido toda su experiencia,
su gran sabiduría a lo largo de los años,
con la familia
con los amigos
con la humanidad.
Valerosos legionarios,
mártires inimaginables
labraron el bien a costa de la edad.
Sembraron a través de la vida:
consejos
compañía
bondad.
Años nuevos para otras generaciones
vertiendo su sangre
por sus costados
entreabiertos.
Llevan en las manos
nuevas espigas de la juventud
cosechadas.
Gracias mil.
¡Muchas felicidades!
Por tantas cosas vistas
por haber llegado a la edad
a la que un día Dios mediante decida si he de llegar.
Gracias por enseñar el porvenir a nuestras,
gestas.
Sentimiento femenino, agua y vida
Lejanas formas de siluetas desnudas
enmedio de aguas plúmbeas,
muerto el tiempo… enmedio de monótonas
marismas;
el curso del ánfora, manso correr del agua
entre penumbras y musgos.
Apagado sonido de ala,
hasta que la luz entra…
preservar el instante de la sombra vegetal.
Cauce inmutable, y siempre en viaje;
el agua recorre
el fulgor borra el limo
la risa de la risa de las meretrices.
En la luz y catástrofe,
gris acento de carcajada,
en ronca desnudez, la pálida figura de mujer
en silencioso lecho descansa en líquidas sábanas,
con su piel y lágrimas.
El agua fluye siempre
las penas también.
Los cabellos hirsutos de mujer, prometen reinos…
misterios.
Tras una puerta desgastada.