José Antonio López Sosa
ORLANDO, FLORIDA.- Se dieron muchas cifras en IPW 2022, todas tienen que ver con el turismo hacia los Estados Unidos, en especial comparando las cifras de 2019 con este año de la recuperación. Roger Dow, CEO de U.S. Travel Association presentó en conferencia de prensa información relevante, entre ella una severa queja al Departamento de Estado de los Estados Unidos con relación a los tiempos de procesamiento para visados de turista.
Tan solo en nuestro país, a inicios de mayo el tiempo aproximado para tener una cita consular, para la emisión de una visa B1/B2 es de 538 días, más de un año, y en otros países de América Latina ocurren cosas similares, en República Dominicana el tiempo de espera es de 750 días, en Colombia de 693 días y en Argentina de 529 días, por ello no importa cuánto se invierta en promoción turística o qué tanto trabajo hagan para recuperar los mercados latinos, si no hay voluntad de las autoridades consulares por apresurar los tiempos de procesamiento de citas para visas.
EN CONTRASTE, POR LA RECUPERACIÓN DEL MERCADO MEXICANO DESDE LA IP
Tan solo en 2019, el 28 por ciento de los 79 millones de visitantes internacionales a los Estados Unidos provenían de México, más que el 26 por ciento de canadienses, tan solo superados por el conjunto de países con exención de visado (un 31 por ciento). Estas cifras son el reto para este 2022 y, como suele suceder hay destinos dentro de aquel país que ponen un mayor esfuerzo en ello.
Una de las ciudades que más apuesta por el mercado mexicano es Los Ángeles, como urbe tiene esfuerzos importantes por trabajar en conjunto con empresas del sector para incrementar la presencia de nacionales en LA, aprovechando muy bien además de su aeropuerto internacional (uno de los de mayor tráfico aéreo en los Estados Unidos), el Cross Border Xpress (CBX) que convirtió a Tijuana en un aeropuerto binacional, donde tanto la empresa dirigida por Jorge Goytortúa como el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), han invertido en crecer en tránsito de personas en ambos lados de la frontera. En contraste y muy cerca, ciudades como San Diego dejaron de apostar por México, dando prioridad a mercados europeos aun cuando su mayor número de visitantes y de ingresos por turismo proviene de nuestro país. Estos destinos tienen el común denominador de una comunicación muy pobre por parte de quien representa turísticamente al estado de California en México.
Otras ciudades como Chicago tienen esfuerzos importantes de colaboración con empresas mexicanas, la misma ciudad de Orlando –sede del IPW 2022—también apuesta por crecer la presencia en México y los negocios con el sector turístico de este lado de la frontera.
Atracciones convertidas en destinos completos como Universal y Sea World, apuestan también por recuperar el número de visitantes mexicanos que tuvieron hasta 2019, incluso superándolo con las estrategias que implementan en varios sentidos.
Todo se traduce en inversión, cosa que en México cada vez existe menos en materia turística. En los Estados Unidos la promoción y la inversión en el rubro tiene un mecanismo distinto, principalmente desde la iniciativa privada, aunque con abusos en ciertas regiones –tal como ocurría en el extinto CPTM—pero con un trabajo serio y constante, sin ocurrencias como históricamente ha ocurrido en México. Al analizarlo se puede entender un poco por qué de aquel lado de la frontera tienen ese número de visitantes comparado con lo que tenemos nosotros en la misma industria.
Una vez más, IPW es un ejemplo de cómo organizar una feria turística donde el negocio entre empresarios del sector es prioridad, no la política ni los discursos.