El pasado 15 de octubre arrancaron las nuevas administraciones municipales en Puebla, lo cual significa, como cada tres años, una señal de esperanza de que estos actores políticos, de verdad se aboquen a solucionar los problemas de sus afligidas comunidades.
Si algo ha quedado claro en este ciclo de seis años de gobiernos morenistas en Puebla, es que una buena parte de los ediles emanados de este movimiento no saben gobernar, son iguales de corruptos o más que los anteriores y han podido ganar elecciones en 2018 y 2024, gracias siempre a la presencia de López Obrador.
Solo de esa manera se puede explicar el hecho de que Morena haya logrado retener en sus manos los gobiernos de ciudades como San Martín, Huejotzingo, Izúcar de Matamoros y Tehuacán, pese a las pésimas administraciones municipales que tuvieron en las personas de Norma Layón, Angélica González, Irene Olea y Pedro Tepole.
En Cuautlancingo, arribó como nuevo edil, Omar Muñoz, emanado de Morena, un joven con muchas ganas y que en la tercera oportunidad logró hacerse de la alcaldía de su municipio. Muñoz se ve con ganas de trascender y de hacer bien las cosas y ojalá por el bien de Cuautlancingo que así sea.
La panista Lupita Cuautle también rindió protesta como nueva presidenta municipal de San Andrés Cholula, sucede en el cargo a su esposo, el ahora ex alcalde, Edmundo Tlatehui, lo cual muchos pudieran calificar como nepotismo, pero no es así. Lupita surgió de la única consulta a la base que se haya llevado a cabo en el estado, del partido político que sea, eso le da una completa legitimidad a su administración.
San Andrés es el municipio más importante que hoy le queda al panismo para gobernar, luego de que fueran arrasados en el pasado proceso del 2 de junio, lo cual le da más valor a lo hecho por Lupita y por Mundo en este lugar. El triunfo no hubiera sido posible, sino hubiera existido un buen trabajo a nivel de la alcaldía encabezada por Tlatehui y por eso la gente les respondió.
En San Pedro Cholula, otro de los municipios de la zona conurbada a Puebla, rindió protesta como presidenta municipal, Tonantzin Fernández, una joven alcaldesa, que vivió una reñida jornada electoral y posteriormente un largo conflicto en Tribunales para lograr el triunfo. Tonantzin tiene por lo mismo una muy alta exigencia por parte de la población, ya comenzó a gobernar, pero tiene a su favor la experiencia adquirida durante su paso por la legislatura local, en donde fue dos veces diputada.
Fernández tiene pues por delante una nueva responsabilidad, pero cuenta con la capacidad y la juventud para sacar adelante a uno de los municipios más bellos y con mayor historia de Puebla.
La mejor presidenta municipal emanada de Morena es, sin duda, la alcaldesa de Atlixco, Ariadna Ayala, quien no por nada logró la reelección en este importante lugar, el cual se había convertido en un bastión panista y que ahora lo es de Morena.
Ayala cuenta con un buen equipo y la experiencia suficiente para tener otros tres años de prosperidad y seguridad para su demarcación. Sin duda vienen buenos tiempos para la ciudad de las flores, mientras que la carrera política de la presidenta municipal, sigue creciendo.
En Huejotzingo inicia una nueva era de la mano de otro ex diputado local, Roberto Solís, quien estará a cargo de una ciudad, la cual pese a estar cerca de la capital del estado, tiene muchos más rezagos que otros municipios de la zona conurbada.
Roberto Solís tiene la experiencia de haber estado ya como diputado local y la juventud, para tratar de transformar a Huejotzingo, municipio que tiene todo para despegar, sólo le han faltado buenos gobiernos.
En la Sierra Norte de Puebla destaca, por encima de todos los actuales ediles, Bety Sánchez, la nueva presidenta municipal de Zacatlán y de extracción morenista, quien asume el cargo que dejó vacante su esposo, José Luis Márquez, el único edil de cuyo trabajo puede presumir el PRI. Bety, al igual que Lupita, suceden a sus respectivos esposos en el cargo por méritos propios y respaldados por una amplia votación popular. Se trata de una mujer preparada para gobernar y con muchas ganas de hacer bien las cosas por su comunidad.